El Casino Kursaal apuesta por la cardioprotección inteligente

El Casino Kursaal  ha depositado su confianza en la empresa B+Safe Almas Industries para cardioproteger con las máximas garantías sus instalaciones.

Situado junto al Ayuntamiento y al Puerto, en el Boulevard Donostiarra, centro neurálgico de San Sebastián y punto de encuentro de donostiarras y de muchos visitantes de la ciudad, el Casino Kursaal alberga un recinto muy versátil. Entre sus posibilidades de ocio se encuentran un salón de juegos, sala de máquinas, el restaurante La Boule y una espectacular sala de exposiciones, donde también se celebran congresos, encuentros empresariales y de negocios o actuaciones musicales.

Se ubica en el edificio Petit Casino, totalmente reconstruido en su interior para adaptarlo a las necesidades del visitante actual, que encontrará unas instalaciones modernas, adaptadas para el ocio, con un toque “belle epoque”.

Con la incorporación reciente de un desfibrilador DOC® (Desfibrilador Operacional Conectado), el Casino Kursaal da un paso muy importante para proteger la salud de sus trabajadores y de los miles de visitantes, clientes, vecinos y turistas que cada año participan en las actividades que tienen lugar en este escenario, un lugar emblemático y de referencia en la parte antigua de San Sebastián.

“Son los valores diferenciales respecto a otras propuestas, que avalan la eficacia y seguridad lo que nos ha decidido a elegir la solución DOC® para ofrecer a los miles de visitantes que recibimos cada año y a nuestros trabajadores las mejores garantías en materia de cardioprotección”, explica Odón Elorza Brauer, del Casino Kursaal.

“Además, se trata de un dispositivo portátil, lo que permite ampliar la zona de actuación a los alrededores del edificio, en el caso de que se produzca una parada cardíaca en sus inmediaciones”, añade Odón quien señala que el Casino Kursaal es pionero en cardioprotección, ya que hace seis años que contaba con un desfibrilador, que “ahora ha sustituido por el DOC®, la tecnología más innovadora en la actualidad en esta materia”.

El proyecto se ha completado con la formación ocho trabajadores de este espacio, que han realizado el curso de resucitación cardiopulmonar, soporte vital básico y uso del DOC® que proporciona B+Safe Almas Industries.

Con la iniciativa, este espacio se adapta al decreto aprobado por el Gobierno vasco a comienzos de 2015 en materia de cardioprotección, que obliga a instalar desfibriladores en determinados espacios de uso público, externos al ámbito sanitario. Entre ellos destacan fundamentalmente establecimientos públicos, instalaciones, espectáculos y actividades recreativas con aforo autorizado superior a 700 personas.

“El interés de instituciones públicas y privadas por incorporar la cardioprotección a sus entornos, enmarcado en un escenario de mayor concienciación respecto a la salud de trabajadores y colaboradores, aumenta cada día. Los avances tecnológicos, con soluciones como el DOC®, facilitan al máximo este tipo de iniciativas con las que Euskadi consolida su liderazgo en cuanto a espacios públicos y privados cardioprotegidos”, explica Nuño Azcona, Director General de B+Safe.

“Sin embargo, aún queda mucho recorrido hasta que alcancemos el nivel de países europeos como Francia, que supera ocho veces respecto a España el volumen de desfibriladores en su territorio”, añade Azcona.

El DOC® es una tecnología patentada por B+SAFE Almas Industries que une en un solo equipo un desfibrilador inteligente, de fácil manejo y excelente calidad y un módulo de comunicación creado para dotar al dispositivo de tele-asistencia, telecontrol y geolocalización las 24 horas del día.

Estas características garantizan su óptimo funcionamiento, así como la ayuda al usuario que coja el desfibrilador por parte de personal especialista y el aviso a los servicios de emergencias indicándoles las coordenadas exactas para localizar al paciente, lo que permite ganar un tiempo fundamental para salvar la vida de la persona y si es posible, sin secuelas.

Según las estadísticas en España fallecen en torno a 100 personas al día por parada cardíaca, algo evitable en la mayoría de los casos por medio del masaje cardíaco y el uso del desfibrilador, que aumenta hasta el 90 por 100 las posibilidades de sobrevivir a una patología cardíaca grave si se atiende al afectado en los cinco primeros minutos.