La supuesta exportación ilegal de la obra "Cabeza de mujer", pintada por Picasso en su estancia en Gósol, Lérida, no sólo ha sacado a la luz una obra poco conocida del genio malagueño sino que, para muchos, obliga a replantear el valor artístico de la restauración del "Ecce Homo" de Borja, realizada por Cecilia Giménez. Según diferentes especialistas, son evidentes las similitudes entre ambas obras, incluso hay quien considera que, de manera autodidacta, Cecilia llegó a planteamientos pictóricos similares a los de Picasso en el desarrollo de su propio lenguaje plástico.
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El mundo del arte y la calidad de sus creadores está en permanente proceso de revisión. Según las épocas, figuras del pasado pasan al olvido y otras se redescubren y valoran. Es el caso de la restauración del "Ecce Homo" de Borja, pequeño municipio de Zaragoza, no demasiado lejano a Gósol, en Lérida, donde Picasso pinto "Cabeza de mujer", pieza clave en una de las múltiples evoluciones en el lenguaje plástico del malagueño.
En una primera impresión ambas obras muestran una singular familiaridad y la imagen de una vincula a la otra. Podría ser que, desde diferentes planteamientos y edades, ambos artistas llegaron de manera natural a un mismo punto. De ahí el interés de seguir con detalle la evolución de la obra de Cecilia Giménez y comprobar si su lenguaje pictórico y el de Picasso siguen caminos paralelos o divergentes.
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