Appadictos

Más allá de los cientos o miles de aplicaciones que nacen cada día, la conclusión es muy sencilla: el teléfono móvil aparece como principal herramienta de acceso Web, independientemente de que este acceso se haga para informarse, para jugar o para trabajar. El pocket Internet que supo ver hace casi una dácada Nokia es hoy una realidad, eso sí, en otras manos.

Emprendedores, desarrolladores, creativos, programadores y sobre todo usuarios de apps se volvieron locos durante dos días como seguidores de una nueva religión donde las aplicaciones para móviles, tabletas o televisores inteligentes crean el nuevo gran escenario para la nueva revolución digital móvil.

Hubo de todo, desde los convencidos más entusiastas a los más escépticos, si bien el debate se centró más en los diferentes dispositivos, sus capacidades y rivalidades, debate en el que hoy por hoy Apple sigue ganando, no en vano creó la categoría. Así, se entronizó al iPad como primer gadget de una nueva generación capaz de dejar atrás la esclavitud de los ordenadores de toda la vida. En el apartado de las ideas y de las tendencias, si se coincidió en señalar que este nuevo ecosistema no va a sustituir a la televisión ni las publicaciones, sino que las va a complementar de una forma totalmente nueva.

Pan y Circo

A los organizadores les debió traicionar el subconsciente cuando eligieron el Circo Price.  No en vano, en una época deprimida como la nuestra, las apps y los smartphones y similares aparecen como el nuevo “pan y circo” de las masas, un placebo que las tienen entretenidas. Es evidente que existe cierto desbordamiento que está empezando a inflar una nueva burbuja, la del móvil. Hay millones de aplicaciones, pero habría que enumerar  las que se convierte en negocio, que seguro que son poquitas. Otras cosa es el uso de imagen de marca que se haga de ellas. Lo peor que podría ocurrir es que las universidades empezarán a ofrecer titulaciones de grado en desarrollo de aplicaciones para móviles o másteres sobre cómo ser emprendedor y forrarse en este mercado.

Hay app anecdóticas, otras son apenas una gracieta, las más tienen alguna utilidad o sirven para jugar o enriquecer nuestro ocio y otras tienen un objetivo profesional, es decir, sirven para trabajar. Hay un nuevo axioma que dice que todo lo que esté en la Web o en la nube debe estar en el móvil. A finales del año pasado, un estudio de Forrester aseguraba que la mayoría de las grandes empresas iban a desarrollar aplicaciones Web para móvil que permitieran un acceso a la Web corporativa. Este es el gran desafío, llevar la actividad laboral al móvil o al tablet, ya sea una contabilidad, un ERP, un business intelligence, o simplemente la gestión de flotas o de efectivos.  Una vez más, como paso con la iPaq de Compaq/HP ¿se acuerdan? La idea es convertir los dispositivos móviles en dispositivos multifunción que valen para todo, incluso para trabajar.